Costa Rica

Este documento para Hábitat III es una síntesis de un gran esfuerzo colectivo de reflexión individual y social dentro y fuera del gobierno, desde el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos y de otras muchas entidades públicas. Esperamos que los que contribuyeron al mismo sientan que su esfuerzo está de alguna manera representado en esta posición oficial de Costa Rica.  

Un evento como Hábitat, que se realiza cada 20 años, debe reflejar los logros del país a lo largo de varias décadas y también los sueños de futuro de muchas personas,  sociedad civil e instituciones que trabajan en los muchos temas de interés que serán discutidos en Quito en unos meses. Refleja además los grandes esfuerzos de la administración Solís Rivera, por remozar la forma como se hace política institucional en el país, con más conocimiento, transparencia y razonabilidad. Nos alegra muchísimo que este evento tenga lugar en América Latina en esta tercera ocasión.

El futuro del siglo XXI con sus enormes desafíos se decidirá en las ciudades. La lucha contra la desigualdad, el cambio climático, una mayor productividad y mayor calidad de vida para todos depende en alto un grado de lo que se logre en las ciudades. Las ciudades también pueden y deben aprovechar las oportunidades de la telemática para mejorar la eficacia de su funcionamiento y contribuir a disminuir las desigualdades sociales.

En este subcontinente latinoamericano y del Caribe, el más urbanizado y desigual del planeta esta oportunidad y desafío requerirá de acuerdos y decisiones políticas, priorizaciones inteligentes, inversiones públicas y privadas significativas y un largo proceso de aprendizaje colectivo donde los diferentes países tendrán la oportunidad de aprender de sus errores y éxitos, pero no solo los de ellos sino de todos los países, con realidades relativamente similares.  

Las ciudades de una manera importante reflejan con gran precisión la mayoría de los acuerdos y conflictos, de las oportunidades y restricciones, de las coaliciones críticas importantes que se pueden presentar en cualquier sociedad.  Especialmente es necesario reconocer que los sistemas urbanos van desde las grandes metrópolis que manifiestan muchas veces grandes des-economías de escala, hasta los poblados que son meramente centros de servicios para sociedades rurales, cuya economía está fundamentada en la agricultura, pero también en el turismo, la pesca, las artesanías  o las actividades extractivas en pequeña escala.  

Mejorar los pueblos y ciudades es una tarea mucho más grande y decisiva que simplemente combatir la pobreza y la desigualdad.  Aún más no es posible ser efectivo en combatir la pobreza urbana sin una política de asentamientos humanos integrada e integral.

Los barrios residenciales son el uso dominante del suelo en cualquier ciudad, su calidad y densidad, su localización y conectividad física con respecto al resto del territorio definen si las ciudades son eficaces. Especialmente importantes son: la calidad de accesibilidad a trabajos, servicios públicos y privados por medio de transporte público.
Los pueblos y ciudades deben crecer en zonas que no sean vulnerables a amenazas naturales y las zonas que tienen vulnerabilidades deben ser aprovechadas como área de reserva ambiental y/o áreas recreativas.     

El desafío que enfrentan los asentamientos humanos en todo el planeta es inmenso. Intercambiar experiencias es esencial.  El país debe aprender de Hábitat III para refinar los objetivos de mejoramiento y ser mucho más precisos sobre los logros y desafíos.